6a.- Aprender a comunicarse y evitar discusiones innecesarias. Si ha habido discusión, aprender a relativizar y dar el primer paso, con independencia de la actitud del otro.
Es una buena regla en la práctica del diálogo, pues hay que saber hablar, pero también callar, escuchar y ser prudentes.
7a.- Desarrollar la capacidad de afecto y tener una vida sexual sana, positiva y centrada en la comunicación y en el amor,
La sexualidad no es para el «consumo», sino para expresarse lo más grande de la persona: el amor, que siempre es cosa de dos siempre en actitud comunicativa.
8a.- Hacer repetidos esfuerzos por mejorar y pulir las dificultades de la convivencia. Cuidar los pequeños detalles. Necesidad de introducir pequeñas sorpresas agradables que rompan la monotonía
Es preciso convencerse de que son los dos – hombre y mujer – los que van a resolver sus conflictos con su decisión firme.
9a.- Echarle a la vida sentido del humor.
Consiste en: a) no vivir la situación con sentido trágico; b) mirar el lado agradable de las cosas; c) hasta saber «reírse de sí mismo».
10a.- Saber utilizar la mano izquierda.
Quiere decir habilidad en el trato, tacto, cortesía.
11a.- Frenar la tendencia a controlar al cónyuge.
Hay que corregir el afán por observar continuamente al cónyuge con afán crítico.